Subte: la representación gremial su forma y su contenido

Acabo de leer una noticia que me llevó a reflexionar sobre la concepción de la praxis política sindical.

El texto dice lo siguiente: La Unión Tranviarios Automotor (UTA), el sindicato que en lo formal representa al personal del subterráneo, impugnará la semana próxima el acuerdo firmado este jueves entre el Gobierno y los representantes de base de los trabajadores. El Jefe del gremio, señor tal…

Uno puede leer una noticia e informarse sobre determinado acontecimiento. Pero uno se detiene en el lenguaje y la interpretación de lo dicho y se encuentra con un paradigma de cómo se reproduce la representación sindical en la Argentina.

Primero: el sindicato que en lo formal representa al personal. El sindicato como forma está vaciado de contenido ya que los trabajadores (el contenido de todo sindicato) no apoyan esta "no representación" a la que se veían sujetados y optaron por elegir sus propios delegados de base por fuera del dispositivo dejando una cáscara vacía.

Luego sigue y dice que el señor es el Jefe del Gremio. Interesante… entonces el gremio es como una empresa donde hay un Jefe, es como el don Carlos de la Afip un patrón que hace sus negocios dando las migajas que le sobran a sus obreros. Y no un representante votado por un colectivo que le otorga un mandato y que si no lo cumple puede ser reemplazado. No es el dueño del sindicato, ni debería estar eternamente en su cargo, pero él determina que los términos del acuerdo fueron arbitrarios. Pero desatiende un dictamen de la justicia que otorga a los representantes legalmente elegidos, legitimidad, y esa legitimidad está avalada nada más y nada menos que por el mismo mecanismo por el cual supuestamente él fue elegido alguna vez, la democracia electoral.

Ahora bien cuál es la queja de don Jefe si no les conceden la representación gremial, sólo no les quitan los fueros, para que Metrovías no los pueda despedir. Esta es la arbitrariedad por parte del ministerio de Trabajo y del gobierno nacional, desactivar el conflicto sin resolver los reclamos.